jueves, 17 de diciembre de 2015

Cultura Inca

La civilización inca, también llamada civilización incaica o civilización quechua, fue la última de las grandes civilizaciones precolombinas que conservó su estado independiente (imperio incaico) durante la Conquista de América, hasta la conquista del Perú (1532-1533).

La conquista del Perú, realizada entre 1530 y 1540 por los españoles, encabezados por Francisco Pizarro, puso fin al imperio. Sin embargo, focos de resistencia de los llamados Incas de Vilcabamba se mantuvieron hasta 1572.
Características generales de la cultura inca:
Ubicación espacial:
El imperio Inca se ubicó en la parte occidental de América del Sur, especialmente en los Andes entre los límites con Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Chile.

Ubicación temporal:
La civilización inca tiene sus orígenes alrededor del año 1100 d.C, pero debido a escasa información o pruebas, se cree que fue hasta los años 1438 al 1533 d.C que la cultura Inca dio origen a su gran imperio, debido a la gran victoria contra su principal rival el pueblo de los Chancas.

Organización política:
El poder se heredaba de padres a hijos a partir de Manco Capac, aunque también habían excepciones ya que si el hijo del heredero no era apto para el cargo, se elegía al más hábil entre la prole de los linajes principales de la cultura.

Cuando se elegía a un nuevo monarca este no recibía ninguna herencia del anterior.
Todo en el imperio estaba dividido en una forma matemática y precisa para facilitar las tareas y mantener el estricto orden pretendido por el Estado. El imperio estaba dividido en 4 territorios: El Collasuyu, Cuntisuyu, Chinchasuyu y el Antisuyu. Cada uno de estos territorios contaba con un gobernador el cual era denominado como: Tucuyricuc.

El Estado llevaba el control estadístico de todo y nada era privado, ya que según este todo era de su incumbencia. También existían pocas leyes, casi todas eran de carácter penal.
Organización económica:

El pueblo o hatun runa, era el verdadero motor del imperio, los habitantes de este pueblo tenían la responsabilidad de trabajar las tierras del Estado, con el objetivo de crear riquezas para el mantenimiento de este.

El territorio estaba divido en varios sectores y lo que se produjera en cada uno de ellos se destinaba a sus titulares. Los titulares de esos sectores eran el Sol, el Inca y el pueblo.
Todos los habitantes debían cumplir con una labor comunitaria obligatoria que sería el pago del tributo al poder imperial, que los obligaba a trabajar con el sistema de la mita.

Los rebaños de animales estaban conformados por las llamas, alpacas, guanacos y vicuñas, estos originaban un recurso económico de importancia para los habitantes de la zona, debido a los productos obtenidos de estos, como por ejemplo: la lana.

Organización social:
La nobleza estaba dividida en dos clases dominantes. Primero, estaban todos los descendientes del Inca, quienes conformaban la panaca real. Estas personas eran llamadas orejones por los españoles y tenían diversos privilegios como practicar la poligamia.

La segunda clase dominante estaba conformada por los llamados Curacas, estos eran los caciques de las regiones conquistadas por los Incas durante sus guerras.
El Quipucamayoc era el funcionario de controlar todas las estadísticas y censos para las políticas demográficas seguidas por el Estado.

Existía otra clase que gozaba de privilegios la cual era “Las aclla” o mujeres elegidas por el imperio, estas eran las más bellas de los pueblos, y se elegían desde que eran niñas y compartían la misma educación con las que provenían de la nobleza Inca.
Las personas que habitaban los diferentes pueblos se agrupaban de acuerdo a la forma de organización social denominada: “Ayllu”.

Organización militar:

Los incas formaron un ejército fuerte acorde con las necesidades de su estado expansionista. Se dividía en grupos de guerreros profesionales y soldados reclutados especialmente para cada campaña, y basaba su poder en la cantidad de hombres, la eficiente logística, la férrea disciplina y moral de combate, y la construcción de fortalezas militares. Las acciones bélicas guardaban un carácter religioso.
Fortalezas: el Estado Incaico planificó tanto las conquistas de pueblos vecinos como la defensa del territorio propio. Su base fue un ejército bien dotado, una red de caminos que facilitaban su desplazamiento y la construcción de grandes fortalezas que cumplían como principal función la disuasión de posibles ataques y su contención, si se producían.

Los soldados: la mayor parte de los soldados eran campesinos (solo la guardia del Inca reinante estaba compuesta por combatientes de oficio, casi todos de origen noble). Cada provincia del imperio debía aportar una cuota de reclutas según su población.
Estrategia: el ejército inca arrollaba a sus enemigos por su superioridad numérica. Expertos en el enfrentamiento cuerpo a cuerpo y dotados de armas y defensas, resultaron incontenibles.

El armamento: preferentemente utilizaron la maza, confeccionada con una piedra pesada encajada en un palo, también el hacha, la lanza, la honda entre otras.
Protección: los guerreros vestían túnicas de algodón reforzado y cascos de madera o de cañas entretejidas con hilos de lana. También se cubrían la espalda con placas de madera, y llevaban escudos.
Entrenamiento: los hombres lo recibían como parte de la educación tradicional; en períodos de conflicto, la preparación se realizaba en las fortalezas militares.
Religión:
Todas las actividades de la cultura Inca tenían de una forma u otro origen o destino divino.

El gobierno incaico constituyo una absoluta teocracia, sumamente opresiva.
La base religiosa era la creencia en una identidad superior todopoderosa, que había creado el mundo y el universo. La denominación de este dios creador era Viracocha. También se adoraba al dios Sol.

Con la llegada al trono de Pachacuti, origino un nuevo orden religioso y unifico los dos cultos, además la divinidad principal fue el astro solar.
Otras de las deidades también fueron: Venus y las estrellas, además el rayo, los relámpagos y las tormentas que se encontraban unificados en la figura de illapa el dios encargado de las lluvias.

Se le rindió adoración a la diosa madre de la tierra denominada: “Pachamama”. También a la diosa de las franjas costeras, a la Mamacocha y a Pachacámac en la costa central.
Tenían la creencia que existían tres mundos: El Janajpacha, que era el mundo de arriba, el Uku pacha o mundo de abajo y el Kay pacha o mundo del agua.

El sumo sacerdote, líder de la religión oficial del incario era el Villac Umu.
Costumbres:

Para poder usar las orejeras que les daban rango y autoridad a las personas, los niños debían estudiar durante 4 años en la escuela.
Cuando nacía un niño, el padre lo llevaba al arroyo más cercano para bañarlo.

La vestimenta y adornos del emperador seguían la misma línea de las que usaban el resto de la población.
Cuando se moría el emperador alguna de sus esposas y sirvientes se ofrecía para seguir a su señor al otro mundo.

Una vez por año, se celebraba el Gran Festival del Sol, se realizaba una procesión en la cual se movilizaban las momias de todos los emperadores.
Legado cultural:

El imperio Inca le dejo al mundo la gran ciudad de Cuzco conocida como: “El ombligo del mundo” a diario miles de turistas llegan a esta ciudad para apreciar las grandes obras que se ubican en el Valle Sagrado de los Incas.
El imperio Inca dejo una de las grandes maravillas del mundo la cual es Machu Pichu, uno de los lugares más visitados del planeta.

La fabricación y el uso del cacao le permitió crecer económicamente a la región, ya que actualmente sus chocolates se ubican entre unos de los más exquisitos del mundo.
Otro de los grandiosos aportes de la cultura fue el calendario Inca, que según varios especialistas aseguran que el actual calendario está inspirado en este, debido a que el calendario Inca contaba con 360 días, 12 meses de 30 días cada uno y cada semana está compuesta por 10 días.

Impusieron su lengua, el Quechua como idioma universal del imperio.

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